Entró al cuarto con esa falda corta y el top ajustado que dejaba ver lo delgada y provocadora que estaba. Cuando la tuve frente a mí, la tomé de la cintura y la acerqué despacio, disfrutando cómo se mordía el labio.<br> La senté en la cama, abrí sus piernas y la hice usar su boca primero, suave, húmeda, sin prisa. Sus gemidos bajitos me encendían más.<br> Luego la acosté boca arriba y la penetré lento, sintiendo cómo respiraba hondo en cada movimiento. Sus manos se aferraban a mi espalda mientras yo la dominaba con calma, marcando mi ritmo. Terminó temblando, pero feliz, completamente mía.

Related videos