CONTRATE A UNA EMPLEADA DE ASEO Y LE OFRECI MAS DINERO PARA FOLLAR CON ELLA. La contraté solo para que hiciera una limpieza profunda en casa, pero desde que entró por la puerta, su actitud, su mirada y su forma de moverse despertaron algo más. Cada vez que pasaba cerca, se cargaba de tensión. No lo planeé, simplemente se dio... Le ofrecí quedarnos un rato más, charlamos, conectamos... y al final, le ofrecí una recompensa adicional por su tiempo. No era solo dinero, era deseo, y ella también lo sintió. Lo que empezó como un trabajo normal, terminó siendo una experiencia intensa e inesperada que ninguno de los dos imaginó

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