Conocí a un brasileño en Grindr en Campinas-SP. Común y corriente, flaco y pensé que sería un buen polvo, y con ese toque misterioso que te atrapa. Me ofreció un programa, terminamos grabando juntos —todo con consentimiento y papeles firmados—. La química fue tan intensa que seguimos compartiendo más allá de las cámaras. Me prometió un reencuentro en São Paulo: un departamento en buen estado, más contenido juntos y una oportunidad perfecta para seguir creando. Todo sonaba ideal… hasta que todo se volvió una trampa.<br><br>? Nos pidió 1.500 reales vía Pix para “reservar el departamento”. Confiamos. Pero cuando llegamos, el verdadero dueño nos dice: “aquí no los espera nadie”. Iván Goreti de Deus Junior, había desaparecido. Nos estafó con una sonrisa.<br><br>? Lo buscamos y descubrimos que está prófugo de la justicia brasileña. Yo tengo su firma, su cara en cámara, y ahora tengo la verdad.<br><br>? Este video no es solo porno, es una historia con tensión, sexo real y una gran lección. Si

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